¿Tomar tiempo para re-energizarte es una indulgencia o un plan estratégico?
La mayoría de las veces que he tocado la puerta de la oficina de mis colegas para preguntarles cómo va su día, sin duda alguna la mayoría de las veces la respuesta es más o menos, o mal, difícil. Muy pocas veces he escuchado un sólido y creíble MUY BIEN. Esto fue lo que me inspiró también a monitorear cómo es que me siento a lo largo de la semana cuando estoy en la oficina. Lo que descubrí fue que al igual que la mayoría, mi respuesta no ha sido un rotundo MUY BIEN.
En mi caso, observé que día a día tengo una agenda apretada, con una lista larga de cosas por hacer y proyectos o emails que necesitan acción inmediata. También, me di cuenta de que en la medida en que mi lista de pendientes crecía mi sensación de tener un mal día se incrementaba ya que lo urgente comenzaba a desplazar lo importante. Lo que comencé a hacer entonces, fue tomar mi almuerzo mientras continuaba trabajando y quedarme un poco más tarde en la oficina para tratar de completar mi lista de pendientes, sin embargo, esto solo empeoró las cosas ya que al salir de la oficina me sentía cansada y sin ganas de hacer nada.
Comencé entonces a buscar alternativas y a implementar otras formas de trabajo que me ayudaran a sentirme más productiva, eficiente, optimista y con energía durante mi semana laboral. Uno de los mejores recursos que encontré fue el libro "How to Have a Good Day: Harness the Power of Behavioral Science to Transform Your Working Life” escrito por Caroline Webb quien es CEO de Sevenshift, una firma que enseña a la gente cómo utilizar la ciencia del comportamiento para mejorar su vida laboral.
En este libro, Webb nos ofrece simples, inteligentes y prácticas estrategias que van desde cómo sacarle provecho a un email y a las reuniones de trabajo día a día. La autora también nos muestra no sólo cómo ser más productivos, sino cómo ser más cumplidos a lo largo del camino mientras implementamos nuevas e inteligentes formas de trabajo.
Creo que una de las áreas que mayor resultado me ha dado es el de intencionalmente hacer tiempo para tomar un respiro, puede ser que en un día tome 15 minutos solo para caminar fuera de mi oficina y poder respirar aire fresco, o en otras ocasiones si por cuestiones del clima no puedo salir por una caminata, tomo unos minutos para estirarme, preparar un té o café.
Otra estrategia que me ha funcionado es la de bloquear distracciones -especialmente e-mail y messenger- momentáneamente o mientras estoy trabajando en algo, ya que esto me permite terminar cosas sin distracciones, mi enfoque es más claro y conciso.
Antes, solía pensar que el tomar un “break” extra y apagar mi correo electrónico para concentrarme en una sola tarea era una mala inversión de mi tiempo. Ahora me doy cuenta de que en realidad son acciones estratégicas, que me ayudan a:
alinear mi horario con prioridades;
enfocar mi atención y evitar distracciones;
crear rutinas diarias efectivas que me hacen tener un MUY BUEN DIA.