La igualdad de género es una lucha constante que no ha terminado: Entrevista con Rosa Elena Arteaga
Aprovechando la celebración de la Segunda Conferencia para el Empoderamiento de la Mujer en Columbia Británica, organizada por el Consulado General de México en Vancouver y con el apoyo de Comunidad Mexicana en Vancouver Services Society y la AIMDBC (Association of International Medical Doctors of B.C.), Trayecto F se dio a la tarea de contactar a Rosa Elena Arteaga, una de las expositoras dentro de la charla, para entrevistarla y conocer un poco más acerca de su labor.
Rosa Elena es originaria de México y lleva más de veinte años trabajando en el área de servicios sociales y de ayuda para mujeres que son víctimas de abuso, aquí en Canadá. En México Rosa inició una organización llamada Padres MAR (Método del Amor y la Razón) encaminada a educar a los padres de familia para evitar el abuso y beneficiar el desarrollo armónico de las nuevas generaciones. Actualmente trabaja en Battered Women’s Support Services (BWSS).
Durante nuestra conversación, Rosa se mostró como una mujer apasionada por lo que hace, y con una gran determinación y valentía. Entre otros temas, estas fueron algunas de las respuestas que dio a las preguntas que se le hicieron en torno a su labor en pro de la igualdad de género y la erradicación de la violencia doméstica:
¿Cómo fue que iniciaste tu trabajo a favor de la igualdad de género?
En México, desde muy pequeña me sentí interesada por estos temas. Allá era activista ya desde joven hasta que un día me di cuenta de que no era posible andar promoviendo la democracia cuando en los hogares mexicanos existía un gran índice de abuso, por eso redirigí mis esfuerzos y fundé una organización a la que llamé Padres MAR que tenía como finalidad la de educar a las familias para evitar el daño en los niños que al sufrir abuso crecen para convertirse en nuevos abusadores. Después de un tiempo decidí venirme a Canadá en donde seguí buscando la forma de hacer la diferencia (...). Inicié como voluntaria, recibí el entrenamiento y poco después, todavía no terminaba yo el voluntariado cuando se presentó una oportunidad en una casa de transición. Ya luego me di cuenta de que necesitaba una posición en la que pudiera tomar decisiones para llevar a cabo los proyectos que tenía en mente [Rosa está a cargo en la actualidad de los servicios directos y programas de BWSS].
Rosa Elena, ¿qué es y cuál es la importancia del BWSS?
La organización se llama Battered Women’s Support Services que quiere decir en español: Organización de Mujeres Golpeadas. Se fundó en 1982 y las mujeres que la fundaron empezaron ayudándole a sus amigas, a mujeres que estaban en situaciones de violencia. Se reunía un grupito. No cobraban y brindaban ayuda a otras mujeres. Luego comenzaron crecer como voluntarias, daban entrenamiento a otras mujeres, y hasta después de diez años lograron tener el primer sueldo para una de las personas que daba el entrenamiento. Ahora ya somos dieciocho trabajadoras y tenemos al año alrededor de setenta voluntarias.
El nombre lo escogieron las fundadoras porque en ese tiempo, en los ochenta, todavía no se hablaba de la violencia doméstica, ni de la violencia de género. Todavía en ese tiempo cuando una mujer le hablaba a la policía porque su esposo la estaba golpeando, no tomaba en serio esas llamadas. Fue a través de las mujeres que fundaron esta organización que el sistema criminal en Vancouver incluyó una ley sobre violencia doméstica, que ahora ya existe, en donde se establece que el abuso físico es castigado sin importar la relación de familia que haya.Entonces, para exponer que la violencia pasaba, decidieron llamar a la organización Battered Women’s Support Services.
¿Cuál es tu misión dentro de BWSS?
Terminar con la violencia hacia las mujeres, que tal vez no va a terminar en mi tiempo de vida, pero la que sí va a parar es la que sufren las mujeres que vienen a la organización. Mi máxima meta es seguir ayudando a las mujeres que acceden a nuestros servicios, tanto a las que yo ayudo directamente como a aquellas que otras trabajadoras asisten y que yo superviso para que hagan un trabajo de calidad. Así como estar siempre al pendiente de los sistemas y de su actuar hacia las mujeres.
En BWSS tenemos redes en las que exponemos lo que está pasando con las mujeres en la sociedad. También damos capacitación a abogados, trabajadores sociales y a otros que proveen servicios de esta naturaleza. Nuestra labor no es solo la de ayudar a mujeres individualmente sino lograr un cambio social. Confrontamos los sistemas legales y trabajamos en conjunto con la policía y la confrontamos cuando no está respondiendo como debe ser. Nuestra labor es educar.
¿Cuál es el proceso de intervención de BWSS?
Nuestra organización le da servicio a todas las mujeres, desde jovencitas hasta mujeres de edad mayor, y abarcca todos los problemas que tienen que ver con violencia de género, incluyendo por ejemplo, mujeres adultas que de niñas fueron sexualmente abusadas por el papá o por algún miembro de la familia; mujeres que a lo mejor tuvieron una relación abusiva, ya no están en ella pero que están viviendo con el impacto de lo que fue y; mujeres que están en la relación abusiva y que no están listas para dejar esa relación pero que quieren saber sobre sus derechos. Entonces dependiendo en qué etapa está la mujer cuando nos llama, nuestro trabajo es hacer primero una valoración de cuáles son sus necesidades, darle información sobre sus derechos, ayudarla si quiere ir a la policía o a la corte, apoyarla en dichos procesos. Si ellas no quieren ir a la policía pero quieren venir a nuestros servicios… Es una situación difícil, muchas veces para que una mujer tome una decisión primero tiene que estar emocionalmente fuerte, entonces le damos consejería.
Tenemos diez grupos de apoyo diferentes, entre los que está uno para mujeres latinas. Hay voluntarias a las que se les ha dado un entrenamiento intensivo para que ellas puedan contestar las líneas de crisis, de las que tenemos aproximadamente en veinticinco idiomas diferentes. Entonces ellas nos apoyan con las traducciones y la interpretación cuando tratamos con mujeres con idiomas distintos a los de nosotras.
¿En qué consiste el grupo para mujeres latinas?
Desde hace doce años que comencé a trabajar aquí, inicié un grupo para mujeres latinas, que funciona todos los lunes y es para mujeres que hablan en español. En ese grupo las mujeres que asisten no necesariamente tienen que estar sufriendo abuso. Hablamos de diferentes temas como: ser mujer, ser madre, cómo ver los signos de una relación abusiva, etcétera.
Tu primer trabajo en Canadá relacionado con estos temas fue en una casa de transición. Nos puedes explicar, ¿qué son las casas de transición?
Las casas de transición son albergues especializados que solo reciben a mujeres que escapan de una relación íntima que es abusiva y que no están a salvo en otro lado. En ellas, hay trabajadoras que entienden las dinámicas de violencia. Existe la ayuda legal, información sobre los derechos de la mujer en Canadá, se les brinda ropa y habitación tanto para ellas como para sus hijos. En el transcurso de un mes, en las casas de transición se les ayuda para rehacer su vida.
¿Cómo ves la situación de la mujer en la actualidad?
Hemos logrado muchísimos avance, sobre todo si pienso en Canadá. En Vancouver, hace veinte año, por ejemplo, que trabajaba en una casa de transición, era muy difícil que la policía colaborara con nosotras, que nos tomaran en serio, que trataran a las mujeres con más respeto y que entendieran mejor las dinámicas de la violencia. Ahora, nos vamos a reuniones con los policías todo el tiempo. Ellos mismos tienen un departamento de violencia doméstica en el que trabajan con las mujeres directamente (consejera-policía). Se han dado muchos cambios, pero en esos cambios a veces sentimos que vamos tres pasos para adelante y uno para atrás. El problema en este momento es que se trata de un trabajo constante, en el que no nos podemos confiar.
Muchas personas dicen: “es que, sí hay igualdad “, pero yo me doy cuenta de que no la hay. Es una lucha constante que no ha terminado y que solo terminará el día en que los hombres se organicen y digan: “vamos a parar con la violencia hacia las mujeres y los niños”. Ese día la violencia terminará.
¿Es la situación de la mujer en Columbia Británica mejor que en otros lugares?
Depende de para qué mujer. En Canadá como en cualquier otro país capitalista y patriarcal, las estructuras de poder se dividieron con base en la raza, la clase social, el sexo, la orientación sexual. Hay estructuras de poder que controlan las leyes, la respuesta hacia las personas.
Todavía en Canadá y en otras partes del mundo hay mujeres que tienen más acceso a ser protegidas que otras. Aquí las mujeres indígenas han sufrido muchísima violencia, han desaparecido porque son las mujeres más oprimidas, y de ahí nos vamos con las mujeres inmigrantes (…) En Canadá como en el mundo, la justicia hacia las mujeres depende de quién sea la mujer que la busca, de dónde la localizamos en esa estructura de poder.
¿Qué significó para ti tu participación en la Conferencia sobre el Empoderamiento de la Mujer en Columbia Británica?
Fue muy importante pues como les dije, me impresiona que llevo veinte años aquí y he dado conferencias a nivel nacional e internacional, pero es la primera vez que me invitan para dar una plática en una de las conferencias que organiza el consulado, y pienso que el tema que puedo compartir es muy importante para las mujeres en general, pero sobre todo para las mujeres de la comunidad latina.
Es importante conocer la información relacionada con el tema de abuso, no solo para enfrentar situaciones personales, sino para poder orientar a otras mujeres que tal vez están pasando por ellas, por eso los esfuerzos de las organizaciones para proveer la información que puede ser relevante, tal vez no en el momento pero más tarde para las mujeres de la comunidad me parecen de gran trascendencia.
Rosa Elena concluyó diciendo que sabe que los mexicanos son muy luchones y que está muy orgullosa de lo que ella ha hecho, pero sobre todo, de lo que otros mexicanos han logrado, y que hay que estar y seguir trabajando juntos para continuar haciendo cambios que nos beneficien a todos.
Gracias Rosa Elena por tu tiempo y tu valiosa labor.
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