¿Falta de motivación o es tiempo de un nuevo empleo?
El trabajar en un centro de empleo me ha permitido observar muchos casos donde los individuos cuando aún estaban empleados no supieron distinguir entre la falta de motivación y las señales de que era tiempo de comenzar a buscar un nuevo empleo.
Yo describo este proceso como el momento en el que el trapecista se prepara para cambiar de un trapecio a otro. El problema es que muchas personas se quedan colgando o se caen en el intento. El denominador común en ambas situaciones es el miedo al cambio, pues principalmente pensamos en que el proceso comprometerá la aparente estabilidad en la que nos encontramos, y digo aparente estabilidad, porque en el mercado laboral de nuestros días creo que se trata de un espejismo: algo del pasado. En la actualidad, una persona que se mantiene por más de 10 años en el mismo empleo está más en riesgo de perder competitividad en el mercado laboral que otras personas que se mantienen en movimiento ya sea para seguir creciendo en la misma organización o buscando nuevas oportunidades en otras compañías u organizaciones.
Pero bien, es falta de motivación en el trabajo lo que en ocasiones nos indica que es tiempo de buscar un nuevo empleo. Perder el interés por el trabajo que se hace repercute en el desempeño laboral, así como en la vida personal, ya que las emociones influyen en nosotros.
Las siguientes tres señales te permitirán identificar si es tiempo de dejar tu actual puesto e ir por algo mejor:
1. Falta de oportunidades de aprendizaje.
Estudios recientes demuestran que las personas más satisfechas con su vida laboral son las que sienten que su rutina estimula el pensamiento y los ayuda a aprender y desarrollar nuevas habilidades o conocimientos. Las personas que normalmente son inquietas por adquirir conocimiento, son creativas y curiosas no pueden continuar en un trabajo que no ponga esas aptitudes en movimiento.
2. Falta de liderazgo en la organización o por parte de tu jefe
El líder es la persona que hace que las cosas sucedan. El líder se encarga de motivar a su equipo de trabajo para que exista el optimismo, se multiplique la fuerza y se produzcan resultados favorables para la empresa, cuando el jefe carece de liderazgo es entonces difícil enfrentar retos y solucionar problemas en el entorno laboral.
3. Tu desempeño no es valorado
Cuando trabajamos de manera efectiva y superior a los estándares establecidos para nuestros puestos laborales, pero no recibimos ningún tipo de incentivo ya sea monetario (como un bono por productividad) o no monetario (como reconcomiendo o agradecimiento por el esfuerzo) es natural que nos sintamos desmotivados. Muchos estudios demuestran que organizaciones que no incentivan a sus empleados tienen grandes problemas para retener talento.
Previo a decir "adiós", ten la certeza de haber realizado varios intentos de asumir tareas y responsabilidades nuevas, de haber intentado conversar con tu jefe sobre cómo percibes tu rol y desempeño. Y lo más importante, y siempre que sea posible, ¡di "adiós” una vez que cuentas con una oferta laboral!