¿Puede tu imagen afectar tu desarrollo profesional? (parte I)
- Diana Delgado
- Jun 30, 2015
- 2 min read

Durante el otoño de 2011, recuerdo haber leído un artículo en The New York Times acerca de un estudio realizado por la Universidad de Harvard y financiado por Procter & Gamble, en el que se estudiaban los efectos del maquillaje en la apariencia o imagen profesional que una mujer proyecta. En resumen, el estudio encontró que las mujeres que usan más maquillaje se consideraron más competentes que las que usan menos o las que no se maquillan. De alguna forma, el maquillaje ayuda a la mujer a proyectar una imagen positiva de confianza y simpatía. Por supuesto que lo fundamental es ¡saber usar el maquillaje!
Desde que lo leí, he tenido este artículo presente cada maña antes de ir a trabajar. Reconozco que trato de reinventar constante y sutilmente mi imagen. No me considero frívola o presuntuosa; sin embargo, tengo que reconocer que he recibido comentarios positivos sobre mi imagen, lo que me ha permitido sentirme más segura y mis jefes lo han notado, pues desde entonces muchas oportunidades se abrieron para mi desarrollo profesional. De 2011 a 2015 recibí constantemente promociones o reconocimientos por mi trabajo. Claro que, esto no se lo atribuyo al 100% a mi imagen, pues también trabajé de manera constante y ardua, en donde la imagen que desarrollé jugó un papel importante, casi estratégico, no solo con el maquillaje y la ropa sino también con mi liderazgo y forma de relacionarme con mis colegas, y clientes.
Así pues, quiero compartir con las lectoras algunas ideas que pueden ayudarlas a revitalizar su imagen. Las siguientes son mis cinco reglas de oro:
1. Tu nueva imagen comienza siempre con lo más importante, reconociendo tu belleza natural.
2. El maquillaje es solo una herramienta para resaltar ciertos atributos y para camuflar ciertas imperfecciones. El maquillaje para ir a trabajar no es el mismo que usarías en la boda o los XV años de tu prima.
3. Viste de acuerdo a tu edad y tipo de silueta, a la vez que consideras el estilo de la organización para la que trabajas.
4. La ropa o el maquillaje más caros no son siempre los mejores. Soy una firme creyente de que no necesitas gastar una fortuna para lucir profesional y estilizada.
5. Práctica. Aplicar maquillaje es un arte y como tal, la práctica hace al maestro. Cuando practicas te puedes dar cuenta de qué colores funcionan mejor para ti y esto te ayudará a sentirte más cómoda y segura cuando decidas usar tu nuevo estilo.